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Es el tercer libro de una trilogía de suspense de altura, jajaja, no he podido resistirme al chiste malo. Vamos, estaba cantado. Me ha fascinado reencontrarme con mi panda de jóvenes dramáticos favoritos y adentrarme de nuevo en sus retorcidas vidas de lujo y miseria. El edificio de mil pisos sigue cobijando muchos secretos, recelos, tormentos y tragedias. Confieso mi debilidad por los romances malhadados que serpentean entre Avery y su hermanastro Atlas, entre la perseguida Leda y el genio Watt, entre el perfecto Cord y la esperanzada Rylin. Parece quedarse fuera de esta red Calliope, cuyo amor por la libertad es superior a todo, aunque también coquetea con un chico malo. Sin embargo, todos sufren un miedo atroz en esta última novela a que sus secretos les entierren definitivamente. Los capítulos alternos desvelan sus más íntimos pensamientos y resultan en una sensación envolvente de humanidad frágil enclaustrada en el edificio de tecnología más espectacular del mundo futuro. Este aspecto siempre me ha cautivado: ropa, baldosas, drones, hologramas, lentes de contacto con mensajería. Cada aspecto de la vida sufre la invasión más práctica y alienante de la ciencia. La autora ha creado un mundo hiper-tecnológico convincente, maravilloso, aterrador y creíble. Gracias a su capacidad de mezclarlo sabiamente con sus falibles personajes cuajados de sueños rotos, ha logrado una historia impecable. Durante toda la lectura sentía que los protagonistas estaban abocados a un fin desolador. He empatizado con sus tejemanejes y penurias y lujos y deseos, pero sentía que no podría evitarles su destino. Casi parecía una tragedia shakesperiana. Acorralados y arrepentidos y dolidos. Realmente me han parecido personas auténticas y he celebrado cada palabra como si fuera un hecho. Un final brillante, en mi opinión, para esta trilogía tan original. Enlace: https://www.goodreads.com/re.. |
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