En esta tercera entrega el autor sigue deleitándonos con una narración ágil y adictiva que sigue invitándonos a querer leer más. Ya han pasado 10 años de la gran riada de 1919 con la que conocimos Perdido y a los Caskey. Seguimos asistiendo a cómo los "teje-manejes" y las rencillas familiares no dan tregua a la familia Caskey. Las rivalidades y desavenencias cada vez son más evidentes entre algunos miembros de la familia y la tensión va en aumento. También cómo la gran depresión del año 1929 les afecta a ellos y a otros miembros del pueblo, sus consecuencias y las "soluciones" que éste clan poderoso de Perdido y otros habitantes buscan para superarla. Pero en esta entrega, esa casa, que da nombre al título, empezará a mostrarnos algunos de sus secretos que nos harán pasar momentos memorables de angustia y tensión, todo ello mientras los años van pasando, estamos ya pasados mediados de los años 30 y Perdido y los Caskey aún tienen mucho que contarnos y mantener nuestra atención. |