Este cuarto tomo de la saga Blackwater me ha gustado pero me ha parecido el más lento y flojo de los que llevo leídos. Nos da un pequeño respiro después de lo maravilloso que fue el anterior y creo que asienta las bases para lo que serán los dos últimos. Aunque no pase demasiado hasta sus capítulos finales, ha sido una lectura muy amena y que atrapa. Es una saga larga así que no se puede esperar que todos estén a la misma altura, igualmente lo disfruté mucho! |