Los personajes son sencillos, no destacan por nada en particular, pero poseen un buen desarrollo. Además, sus acciones y descubrimientos durante la trama tienen coherencia y proporcionan intriga al lector. La autora narra la historia desde los distintos puntos de vista de los personajes, lo cual permite agilizar la lectura. Además, utiliza un vocabulario muy sencillito y esto facilita su lectura en el idioma original. Karen evita las descripciones excesivas y permite al lector imaginar cada escenario con pocos toques, ya que se trata básicamente de un instituto y los hogares de cada uno. Se trata de un thriller juvenil que engancha y entretiene. Es, posiblemente, una de las historias que más me guste de este estilo por su sencillez, su ágil trama y la coherencia de los hechos que ocurren. |