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Miel y Sam siempre han destacado en su pequeño pueblo; ella, una chica a la que le crecen rosas en la muñeca; él, un chico que pinta lunas. Pero los secretos y los recuerdos no les dejan ser felices del todo. El súbito interés de las hermanas Bonner en las rosas de Miel, hará que la amistad entre los protagonistas se tambalee y que los secretos salgan a la luz. Con esta premisa nos adentramos en una historia de realismo mágico preciosa, donde sus protagonistas portan pesadas cargas y miedos que condicionan sus vidas. Tenía mis dudas con este libro; no he leído mucho realismo mágico y no suele ser un género que me atraiga, pero sabiendo las maravillas que publica Duermevela y viendo reseñas de este libro me animé. Y ha sido todo un acierto. Nos encontramos con una narrativa preciosa, casi poética, donde las rarezas de los protagonistas les definen y vemos cómo se autodescubren y aceptan por quiénes son, superando, miedos, traumas y prejuicios. Me ha parecido una historia muy bonita, que te atrapa poco a poco y donde los elementos mágicos se tratan como algo cotidiano. Nadie parece sorprenderse porque sucedan ciertas cosas a lo largo de la trama, está asumido que hay magia en la realidad y, en esta historia, está muy bien llevado. Lo mejor de este libro son sus personajes. Cómo llegamos a conocer a Miel y Sam y vemos su crecimiento y proceso de aceptación; pero también con las hermanas Bonner, como vamos conociendo a estas "villanas" y comprendiendo lo que se oculta detrás de su belleza y sus acciones. Y entrecomillo lo de villanas, porque creo que en este libro no hay de eso, solo encontramos personas, que tienen todo un mundo detrás de lo que se nos muestra, que sufren, guardan secretos, traumas y experiencias, vamos, que son humanas. En general, una historia muy poética, donde la magia se oculta en lo cotidiano y donde vemos evolucionar a personajes muy humanos. |
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