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Este tomo empieza a solidificar la cimentación del personaje, con algunas historias bastante entretenidas, un tono mucho más sórdido y la presentación, gota a gota, de tramas algo más complejas en las que se posicionan humanos poderosos, guerreros celestiales y demonios del infierno. Y en medio de todo, siempre confundido y con una pregunta más que responder, la versión ectoplasmática de al Simmons. Particularmente, me cansa que las cuestiones principales siempre estén ahí en el aire y no terminen de resolverse nunca, algo que da un aire a novelón de sobremesa. El capítulo guionizado por Neil Gaiman tiene un comienzo brutal, con un tono más profundo que debería ser la tónica general del personaje. Por lo demás, puro entretenimiento, sin que aporte mucho más. |
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