Esta es una novela que te hace recordar los años de adolescencia, y te transporta a esa época en la que cualquier problemita, por pequeño que fuera, se convertía en una catástrofe para nosotros. ¡Ay, menos mal que se pasa! Cada "capítulo" está narrado desde el punto de vista de cada uno de los protagonistas, lo que ayuda mucho al lector a conocer a los personajes, ya que de ésta manera siempre sabemos los sentimientos y motivos que tienen para hacer o decir ciertas cosas. Es una historia muy fresca, de lectura muy ligera y amena, y que aunque tiene casi 400 páginas se lee muy fácil y rápido. |