Mujercitas

Necesitaba volver a este libro. Después del regusto amargo que me dejó la edición preciosa, pero mutilada y cambiada, de la editorial Molino, necesitaba releer la novela de modo urgente y con una versión más completa y fiel al texto original de las dos primeras novelas de esta saga, tituladas tradicionalmente como 'Mujercitas' y 'Aquellas mujercitas'.

De entre todas las opciones, me hice con esta edición definitiva de Lumen que incluye prólogo de Patti Smith, traducción de Gloria Méndez, ilustraciones de Frank T. Merrill y ensayos contextuales de la editora Anne Boyd muy interesantes. Estoy muy contenta de mi elección.

Por si fuera poco, la fui complementando con la información extra de la edición anotada de Norton que en España ha traducido Akal y la he comentado semana a semana con algunas compañeras de lectura, con lo que siempre aprendía algo nuevo de la autora o de la obra... Más que leer 'Mujercitas' me da la impresión de haberme metido por completo dentro de ella y por eso me resulta imposible valorarla en ningún otro sentido que no sea como experiencia de lectura.

No entraré en si es más o menos moralista, más o menos feminista, más o menos adelantada a su época... Es lo que debe ser. Y si tanto ha inspirado a mujeres de todas las épocas a tomar un lápiz y ponerse a crear, su importancia está más que demostrada y poco tengo yo que añadir a eso.

De esta relectura me quedo con una comprensión mucho más clara de por qué ocurren algunas de las cosas que ocurren en la novela, como ciertos detalles que me pasaron anteriormente desapercibidos y que la indignación de algunas otras cosas que ocurren en la novela no me permitieron ver... Y también me sigo quedando con otros momentos que me emocionan como la primera vez o incluso más.

Ha sido una delicia acompañar a las cuatro hermanas March por el camino de la adolescencia, en una época en la que a las mujeres no se les permitía tenerla, pues pasaban de niñas a mujercitas... Humor, emoción, pero sobre todo una motivación para ser mejores cada día, hacen de ésta una lectura entrañable cuyas escenas familiares me resultan tan confortables que sé que volveré a ella, más pronto o más tarde.