Mujercitas, el clásico de Louisa May Alcott fue uno de los primeros libros que leí. Me encantó y de hecho recuerdo que lo leí dos o tres veces. Ya no me centro tanto en la época que vivieron sino en la relación que tenían entre ellas, esa camaradería, a fin de cuentas, ese amor de hermanas y de apoyo mutuo que te da el amor fraternal y que es extensible a tus padres aunque por el medio puedan interponerse amores, desamores, enfermedades o guerras. Todo un alegato al amor fraternal. |