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A diferencia de "Mujercitas" que desprendía buenos sentimientos en cada página, en esta novela la autora me parece que hace una crítica a las novelas románticas de la época. La vuelta que le da al género es genial al presentar a una anti-heroína que por más despreciables que al final puedan ser sus actos, no puedes evitar desear que las cosas le salgan bien. En el prólogo se comenta, entre otros aspectos, que la autora no quería vivir pobre. de hecho, hay una cita suya: "No me importa lo que tenga que hacer. Algún día seré rica, famosa y feliz". Ella lo consiguió por un buen camino, a través de su escritura, pero quizás esta obra sale como una reflexión personal de "¿Y si no lo hubiese logrado? ¿Qué habría podido hacer?". Así nos ofrece una fascinante protagonista, una estafadora y hábil manipuladora que sabe aprovecharse del orgullo y la vanidad de los hombres. El relato no tiene un desarrollo que, al menos a mí, me haya parecido predecible. No sólo porque hasta el mismo final no se sabrá si la suerte de Jean acabará siendo buena o mala, sino porque hasta ese momento no está muy claro cuál es realmente su objetivo. Y el último capítulo, cuando se ponen todas las cartas sobre la mesa es tan intenso y provocador... Me ha encantado. Si queréis conocer a otra Louisa May Alcott totalmente opuesta a la de su gran obra, éste es vuestro libro. Ha sido una más que grata sorpresa descubrir este tono más ácido y furioso con el mundo frente al buenismo conmovedor de aquella. Ambas son grandes historias, cada una en su estilo. |
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