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Seicho Matsumoto está considerado como uno de los autores japoneses más importantes de novela negra, y esta obra demuestra el motivo de ese reconocimiento. Kiriko Yanagida, es una joven de origen humilde, que viaja desde la isla de Kyushu a Tokio para solicitarle al famoso abogado Kinzo Otsuka su ayuda, ya que su hermano ha sido acusado, injustamente, de asesinato, Kiriko está convencida de su inocencia, y cree que la única manera de demostrarlo es que Otsuka acepte el caso. Pero el mejor penalista del país no lo acepta, y la chica presa de la desesperación y la angustia trama su venganza. ¿Hay justificación para destrozarle la vida a otro ser humano? En Las amistades peligrosas (Pierre Choderlos de Laclos) la Marquesa de Merteuil lo expresa muy bien: "Una mujer suele estar llena de temor y es cobarde para contemplar la lucha y el hierro; pero cuando ve lesionados los derechos (de su lecho) no hay otra mente más asesina". Una historia que pone en entredicho el sistema de justicia penal japonés, y que habla de venganza, derechos, e injusticia. No es solo una novela negra, es una crítica social. |
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