Todo empieza con el descubrimiento del oceonio, un mineral con unas propiedades nunca vistas que puede ser el negocio del siglo y los gobiernos lo saben. Serguéi Tomski, CEO de la empresa Lozprom, tiene una vida convulsa. Viajes y reuniones interminables que lo tienen completamente apartado de su vida familiar con su mujer y su hijo. A Serguéi le gusta pasar las noches con la compañía de distintas mujeres, a las que por supuesto elige él, pero el día que una chica aparece en su puerta sin que él la haya solicitado se queda descolocado. No la hace pasar, a pesar de que físicamente le ha encantado. Aun así, lo que más lo descoloca es que, pocas horas después, esta chica aparece muerta en extrañas circunstancias. A partir de este momento Serguéi estará en el punto de mira. En medio de todo esto aparece Mar, una chica española que llega a San Petersburgo huyendo de su ruptura amorosa con Fernando, y conoce a Serguéi. Una muerte tras otra hasta un total de seis, seis cadáveres, uno en cada círculo en el mapa de San Petersburgo, y dos detalles en común: unas misteriosas fórmulas matemáticas y elementos religiosos. Así, el Monje Negro se convertirá en la peor pesadilla de Serguéi. Los seis círculos de San Petersburgo me ha parecido una novela excelentemente ambientada y documentada, aunque a la hora de leer se me ha hecho un poco pesada en cuanto a temas políticos. El misterio que rodea a las muertes y sobre todo el tema religioso es lo que me ha tenido enganchada a sus páginas. En cuanto a los personajes, he adorado a Mar desde el minuto uno. Si os gusta el thriller político, esta novela es para vosotros. |