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«Nadie, nunca, se da cuenta del momento exacto en que su destino empieza a cumplirse». Como leí la segunda parte antes que este y dentro de la misma semana, puedo decir que la documentación de esos días y de ese hecho como siempre son de notable alto. Me ha gustado mucho más, creo que la trama policiaca encaja mejor. Geli, la sobrina de Hitler, aparece muerta en el apartamento que compartían ambos, él declararía, años después, que fue la única mujer a la que amó en su vida. Mantenían una relación algo intensa y supuestamente también sexual, se piensa que tal situación podría haber perjudicado a Hitler es sus planes futuros, y por eso ella debía desaparecer. Lo que más me gusta de esta novela es que la figura de Geli no la conocía, un descubrimiento, siempre pensé que el amor de Hitler fue Eva Braun, por eso fui a Google para comprobar si era una invención del escritor, pero no, ahí estaba su imagen y su trágico final. Y es que, por un segundo la imagen del primer intento de suicido de Eva Braun, con un disparo en el pecho con la pistola de su padre, me confundió, que curiosa es la vida, dos de sus amantes con una bala en el pecho. |
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