El ladrón de la Navidad

Esta novela corta o relato se sale bastante de los estándares de la propia autora, según confesó lo escribieron más como un reto de su editor Michael Korda, «¿Por qué no escribís un relato sobre un robo del árbol de Navidad del Rockefeller Center?» les dijeron y ellas lo encararon como un divertido reto.
Mary Higgins Clark es considerada la reina del suspense, pero en esta historia prescinde totalmente de él, todo está a la vista, todos los hechos pasan en la cara del lector, así que aquí no hay que descifrar nada, no hay que ponerse en la piel del detective… que en este caso son nada menos que 3 y ninguno con una actuación particularmente destacada.
Y los “criminales” son como un mal chiste. Tengo la impresión que la pretensión de esta historia es más lúdica que literaria, entretiene su poco y divierte un tin, pero para mi fue una decepción.