El ladrón de la Navidad

Si la tengo que definir de alguna manera diría que es diferente, pero ideal para esta época.

Se trata de una novela de misterio con ciertos rasgos que la hacen original y fuera de las clásicas novelas de misterio. En este caso no hay signos de violencia ni muertes, aquí la principal desaparición es la del árbol que estaba destinado a ser expuesto en el Rockefeller Center de Nueva York. Aunque también desaparece una mujer, este acontecimiento no es el hilo conductor de la trama.

En cuanto a los personajes, en este libro encontramos una gran variedad de rasgos y de personalidades. Así, algunos me han parecido divertidos y torpes, y se alejan del tradicional patrón que suelen tener los ladrones o los secuestradores. Otros encajan a la perfección con personas curiosas que, por habilidad o casualidad, acaban resolviendo misterios.

La novela está estructurada en 39 capítulos y un epílogo, todos ellos muy breves. Además, está escrita de forma sencilla y no utiliza para nada un lenguaje enrevesado, lo que hace que se lea con mucha agilidad y que te sientas como un testigo directo de los hechos.

En general, diría que es una novela ideal para ser leída en Navidad, pero que tiene un argumento muy ligero y de la que no se pueden esperar grandes giros ni un halo de misterio.

¿Acaso existe un lugar mejor que el hermoso y acogedor Stowe, en Vermont, para disfrutar de la nieve antes de las fiestas? No, desde luego. Sobre todo si te ha tocado el primer premio de la lotería. Y el hecho de que los responsables del Rockefeller Center estén allí para escoger el árbol que es, desde hace tiempo, el símbolo tradicional de la Navidad neoyorquina, lo convierte en un lugar doblemente ideal. Por eso Alvirah Meehan y su amiga Regan Reilly, con sus respectivas familias y Opal, una amiga de Alvirah, han decidido pasar allí el fin de semana.

Packy Noonan, un artista del timo en prisión desde hace doce años, está disfrutando de un permiso de fin de semana y ha decidido no regresar a la cárcel. Tiene que recuperar el botín -un termo lleno de diamantes que escondió bajo un hermoso árbol. Pero al llegar allí descubre horrorizado que su árbol ha sido vendido al Rockefeller Center y será transportado a Nueva York a la mañana siguiente. Packy tiene que actuar... El lunes por la mañana, a punto ya de regresar a casa, Alvirah y Regan descubren que el árbol ha sido talado, y Opal ha desaparecido...

Es un libro muy entretenido,divertido y facil de leer y muy adecuado para estas fechas,no he leido mucho de esta autora,espero leer mas...

Ha pasado otro año y hay que buscar un árbol para el Rockefeller Center de New York. La búsqueda es minuciosa, tiene que ser el mejor árbol, como siempre.
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Un grupo de amigos se disponen a pasar un fin de semana largo en las montañas, en Stowe, Vermont i que casualidad que ese fin de semana irán a talar el árbol que después se plantará en el Rockefeller Center, hay que ir a verlo.
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Un ladrón, estafador de guante blanco, está a punto de salir de prisión con un permiso, un trabajo que le ayudará a reinsertarse y con una única idea, recuperar el dinero que escondió en Vermont hace 13 años, y después se fugará...
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Estas tres historias se mezclarán entre ellas y nos harán pasar un buen rato sabiendo que es lo que va pasando a cada momento...
Lograran talar el mejor árbol para las Navidades de New York? Cómo les irá la escapada a la nieve al grupito de amigos? Qué es lo que une a estos amigos? Conseguirá el ladrón hacerse con el botín?
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Para averiguar todo esto tendréis que leer el libro...

Esta novela corta o relato se sale bastante de los estándares de la propia autora, según confesó lo escribieron más como un reto de su editor Michael Korda, «¿Por qué no escribís un relato sobre un robo del árbol de Navidad del Rockefeller Center?» les dijeron y ellas lo encararon como un divertido reto.
Mary Higgins Clark es considerada la reina del suspense, pero en esta historia prescinde totalmente de él, todo está a la vista, todos los hechos pasan en la cara del lector, así que aquí no hay que descifrar nada, no hay que ponerse en la piel del detective… que en este caso son nada menos que 3 y ninguno con una actuación particularmente destacada.
Y los “criminales” son como un mal chiste. Tengo la impresión que la pretensión de esta historia es más lúdica que literaria, entretiene su poco y divierte un tin, pero para mi fue una decepción.

Lectura elegida entre las componentes de un reto por su ubicación temporal (las navidades), he encontrado en ella lo que ya hallé en otra novela de la sra. Higgins Clark, una novela ligera, perteneciente al género de misterio en el papel pero sin la violencia que podríamos esperar en una novela de este tipo. Los personajes son cercanos, uno de ellos un claro alter ego de la reina del misterio y madre a su vez de la coautora, que incluye aquí un personaje habitual en su obra, por lo que vemos en la ficción la colaboración que se dio entre madre e hija para escribir esta y otras novelas. Entretenida, fácil de leer..