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Me ha dejado un poco sin más. A diferencia del anterior con el que se dio a conocer, 13, en este caso se me ha hecho cuesta arriba la lectura. Es cierto que tiene capítulos cortos y el relato es seguido pero hay cuestiones que se podrían haber abordado de otra manera, toda la parte judicial en la que se analizan elementos del crimen, se me ha hecho soporífero aunque puedes saltarte esos párrafos me parece que quitan el foco de la trama principal. De hecho, se hacen pequeños resúmenes para recapitular cuando llegan los alegatos finales en el juicio y con eso basta para situar la acción pero al final tanto detalle técnico me ha resultado pesado. El arranque es buenismo y me parecía interesante que incluyera referencias a algún tipo de oscuridad maligna , monstruoso o mistico que incluso para el propio Eddie escapa de la racionalidad. Alude a los cuervos de Edgar Allan Poe y rescata esas referencias para iniciar el desarrollo narrativo pero luego se pierden para centrar la atención en la acusación de ambas hermanas. La estructura va alternando capítulos intercalando la parte de la defensa de Eddie y la acusación de la nueva abogada Kate Brooks que me ha parecido buenísima, ingeniosa e implacable, como el propio Eddie. Me hubiera gustado que abordara en ese sentido la historia, dejando la intriga más en suspense al lector, sin embargo me ha parecido una lectura judicial sin más. Seguramente seguiré leyendo a Cavanagh pero espero que me sorprenda en el siguiente y recuperar la originalidad que lo lanzó el primer libro. |
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