La promesa

La promesa era uno de los sueños que un profesor republicano catalán tenía, y que quedó por cumplir, con su grupo de alumnos.

Antoni Benaiges se había encargado de realizar todos los preparativos para llevarla a cabo pero se vio sorprendido por una noticia inesperada el 18 de Julio de 1936, un grupo de militares habían dado un golpe de estado.

Antoni no era un maestro cualquiera, había apostado por un método educativo innovador con origen en Francia y que contaba con un pequeño número de seguidores en España, el método Freinet que promovía la mayor participación de los niños y una enseñanza menos rígida, incorporando el uso de una pequeña imprenta para que los propios escolares incorporarán sus impresiones.

Si tenemos en cuenta que el pueblo donde estaba destinado (Bañuelos de Bureba, en Burgos) era un pequeño pueblo de 200 habitantes con todas las limitaciones de la época, tanto de habitabilidad como culturales, podemos hacernos una idea de todas las dificultades que tuvo que afrontar.

Sabemos que sus alumnos disfrutaban con este novedoso método, que les permitía una mayor participación y disfrutar de actividades alternativas pero también contaba con el frontal rechazo de algunos padres que apostaban por una enseñanza más tradicional. Tampoco ayudaba mucho el no granjearse la amistad del cura y los caciques del pueblo(no se dejaba ver por la iglesia, cuestión muy tenida en cuenta en aquellos tiempos). Su militancia activa en UGT y la pertenencia a grupos afines a la República, con intervención en actos como el 1° de Mayo del 36 completaron las circunstancias para ser un objetivo prioritario del grupo de falangistas que se hicieron con el control de la zona en los primeros momentos del golpe.

Antoni nunca empuño un arma, pero sus ideas y sus planteamientos le convirtieron en una de las primeras víctimas con quien se ensañaron con crueldad y sadism o. Fue torturado y posteriormente conducido en furgoneta a la vista para que sirviera de advertencia a todos los ciudadanos de Briviesca. al cabo de unos días fue fusilado y enterrado en una fosa común junto a cientos de paisanos de los pueblos cercanos.

El libro cuenta con unas magníficas ilustraciones a color y relata toda la historia de manera sencilla y natural. Como complemento se acompaña uno de los cuadernillos que el profesor y sus alumnos editaban en su pequeña imprenta (con el tiempo, añadirían una segunda máquina con los números más grandes para que los más pequeños no tuvieran problemas).

Agradezco a Masa Crítica y a la editorial Blume el envío de un ejemplar para poder valorarlo dentro del ciclo dedicado a literatura infantil y juvenil. Me ha parecido una lectura impactante y que refleja las consecuencias inmediatas que muchos intelectuales y personas vinculadas con la enseñanza tuvieron que padecer.

No he desvelado en qué consistía la promesa para no restarle interés pero basta con acudir a la portada para resolver el misterio.