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La inspectora Nela Ferrer, jefa del Grupo de Homicidios que ha vuelto de Madrid huyendo de un doloroso capítulo de su vida y del bullicio de la capital en busca de sus raíces; acude a la escena del crimen junto al subinspector Valbuena, quien la trata con un poco de hostilidad desde su incorporación al grupo. Los policías enseguida encuentran varias líneas de investigación que seguir. En primer lugar, el expediente de un caso anterior de abusos y trata en el que el productor fue acusado y del que salió absuelto por falta de pruebas. Barajan la hipótesis de una posible venganza por parte de las víctimas. También investigarán a una hermana con la que Miguel Murillo no mantenía relación alguna desde hacía años, pero que podría convertirse en la única heredera de su fortuna. Paralelamente, ponen el foco en los miembros de la asociación Fairsex, organizadora de la manifestación en contra del festival porno. Y a los pocos días, la investigación los lleva hasta un club de alterne donde Murillo fue visto por última vez. Sin embargo, la posterior aparición del cadáver de un reputado asesor fiscal perteneciente a las altas esferas valencianas, con una puesta en escena muy similar a la del productor, pero con distinto modus operandi; descolocará por completo a los investigadores. ¿Qué relación puede existir entre las víctimas? Solo el lector lo sabrá. |
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