Diario de un viejo cabezota

Tercer libro de la trilogía de Pablo Martín Sánchez, aunque puede leerse de forma individual, tan solo en un par de ocasiones hace referencia a los anteriores pero no es relevante haberlos leído.
Diario de un viejo cabezota se desarrolla desde el 24 de Junio hasta el 30 de Septiembre del año 2066 en un Psiquiátrico de Reus, el Pere Mata. Este frenopático existe en realidad, comenzó su construcción en 1898, es un edificio de ladrillo visto sobre zócalo de piedra, obra de Lluis Domènech i Montanes en homenaje al médico reusense Pere Mata i Fontanet. En la actualidad es visitable el pabellón de los Distinguidos. Estaba formado por 15 pabellones separados por jardines y los pacientes eran distribuidos según el tipo de enfermedad, la clase social y el sexo, contaba con una capilla y edificios complementarios.
El libro comienza con una "nota de los editores" datada en Ginebra en octubre de 2108, una buena forma de ponernos en situación y empezar a atrapar al lector.
Se trata del diario escrito por Pablo Martín Sánchez en su senectud, que comienza tras lo que se ha dado en llamar el Gran Apagón. La península ibérica ha de ser desalojada para una desinfección, ha habido una pandemia previa del virus de Marburgo.
El diario está dirigido principalmente a su esposa, a la que se dirige en muchas ocasiones con añoranza ya que la perdió durante la pandemia, y los protagonistas son las personas que junto con el autor del diario se encuentran resistiendo en el frenopático porque se niegan a abandonar el país.
Este diario se trata de una distopia en la que se alude a una hipotética guerra civil, a 40 años de Procesismo tras 40 años de Democracia.
Podemos descubrir a lo que el ser humano puede llegar por la supervivencia en un mundo en el que todo escasea, la comida, el agua, no hay electricidad, dejando un resquicio a la esperanza con la aparición de algunos personajes, aunque también aflora el amor, el compañerismo, la solidaridad, etc...
Lo mejor es descubrir tanto el pasado como el presente de este nonagenario y su capacidad de amar a pesar de su cabezonería.
Me ha gustado mucho la estructura de la novela así como las continuas citas literarias que hacen investigar otras obras muy interesantes.