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Novela negra sin más, con una buena historia y actual. Sin más pretensiones, no nos intenta dar una clase magistral, sólo entretener y advertirnos de los peligros de las RRSS, que están bien, pero cuidado, a veces no hay marcha atrás con lo que se sube. Una joven desaparece y aparece al cabo de unos días brutalmente asesinada, todo esto en una ciudad que no está acostumbrada a estos hechos y la policía no sabe por dónde empezar. Los diálogos son curiosos, son diálogos de verdad, con los errores propios del lenguaje hablado. La investigación es muy creíble, con idas y venidas, buscando una y otra vez en los mismos sitios y con un poco de suerte, que siempre es necesaria. Los personajes un poco tipo, poli bueno - poli malo, pero están bien. El desenlace y culpable/s se ven venir, es un poco obvio al llevar un poco más de un tercio de la historia, pero es correcto. Después está Segovia, la novela se desarrolla ahí y qué más se puede pedir, me gusta una historia en una pequeña ciudad, pero encantadora, preciosa y única, (no me lleva la pasión, o sí), me gusta salir de Madrid o Barcelona y ver novela negra en otras partes, pero, por decir algo, he echado de menos más calles, más perderme por Segovia. Un rato entretenido en Segovia. |
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