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Con esta novela, Marta Sebastián ha postulado su candidatura al PLA 2020, que cada año se celebra entre cientos de escritores indie que buscan una oportunidad de dar visibilidad a su obra. Con Trata de testigos Marta se sumerje de nuevo en la novela de suspense, sin dejar atrás el romanticismo que caracteriza sus obras, ni la denuncia social, que en este caso va orientada a la trata de blancas y, una vez más, a la violencia de género. Temas muy presentes en la actualidad y que se sigue luchando por erradicar. Desde el inicio, Jaime, pareja de Abril (protagonista de la historia), muestra claros signos de ser un controlador y abusador, pero Abril no es capaz de verlo. Y no porque Abril sea una mujer sumisa e insegura (aunque en cierto modo lo acaba siendo cuando está con él), sino porque estas personas son capaces de hacer sentir culpables a sus víctimas, pudiendo hacer así con ellas lo que quieran. de esta forma, la autora ya nos está mostrando una historia con tintes oscuros. Pese a estar narrada en tercera persona, la novela tiene una clara protagonista: Abril. Una mujer inteligente y trabajadora, que se ve sometida a los abusos de su pareja, creyéndose poco atractiva e insuficiente. A pesar de demostrar valentía en varios puntos de la novela, esta inseguridad le lleva a cometer errores y a sentir que se la juzga o ataca, cuando simplemente intentan ayudarla. Por otro lado, vamos a tener un personaje secundario con mucho peso, que va a ser la encargada de complementar a Abril y cambiar su vida: Khady. Ella es una joven senegalesa que ha sido secuestrada y obligada a prostituirse. A pesar de ello, se muestra agradecida ante la oportunidad que se le brinda, si bien podemos observar su temor e inseguridad, provocados por todo lo que ha sufrido. La parte de la trama que más me ha gustado ha sido la evolución de la relación entre Khady y Abril, viendo cómo dos personas tan diferentes pueden ayudarse tanto, incluso de manera inconsciente. Son el toque de luz en la oscuridad que rodea a la novela. En cuanto al misterio acerca de cómo Abril y Khady intentan librarse de aquellos que las buscan, resulta adictivo y ligero. Esta trama logra mantener la atención del lector y convierte la novela en una lectura corta y amena de la que poder disfrutar, sin muchas pretensiones. El trabajo de documentación está bien llevado a cabo, y las diferentes explicaciones acerca de procedimientos policiales resultan interesantes y en absoluto pesadas, lo cual agiliza la lectura y la historia. Esta novela supone un buen entretenimiento desde el principio hasta el final. |
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