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Una historia que sigue el estilo de la escritora: coger una realidad terrible y mostrar su dureza y crueldad. En este caso tenemos a una muchacha cuya violación se ha transmitido en vivo y en directo, pero que sirve de bien poco a la inspectora Aída Martos ya que el criminal no ha dejado ninguna prueba. Metódico y concienzudo, ha borrado todo su rastro de la escena del crimen para desesperación de la inspectora. Una historia que no da tregua, de narrativa ágil, nos describe la investigación pormenorizada de un caso que se complica cada vez más y hace que nos planteemos algunas cuestiones sobre la sociedad en la que vivimos y cómo las redes sociales dirigen nuestras vidas. No te lo pierdas. |
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