Maria quiere ser tu amiga

Que alguien te envíe una solicitud de amistad en cualquier red social es algo habitual hoy en día, ya sea conocido o no, lo que ya no lo es tanto es que esa persona lleve veintisiete años desaparecida, quizás muerta. Esto fue lo que llamó mi atención de este libro cuando lo descubrí entre las novedades de la editorial. Hoy os traigo mis impresiones sobre "María quiere ser tu amiga", una novela de suspense psicológico con un giro argumental final inesperado y conmovedor que focaliza su argumento en torno a la culpa, un peso que acabará afectando la vida de quien la padece, poniendo de relieve que no hay actos sin consecuencias.

Louise Williams es una mujer de mediana edad divorciada y gerente de su propia empresa de diseño de interiores. Ha trabajado muy duro para llegar a donde está, logrando ser independiente, autosuficiente y feliz en su pequeña burbuja junto a su hijo de cuatro años. Su rutinaria existencia da un vuelco el día que recibe una solicitud de amistad en una conocida red social. En un primer momento piensa que debe tratarse de un error porque la persona que se la envía, María Weston, una compañera de su época en el instituto, lleva veintisiete años desaparecida. de inmediato recibe la invitación para una reunión de ex alumnos del curso de 1989 del instituto, que tendrá lugar un par de semanas después en el antiguo salón del centro educativo, y decide apuntarse al evento.

¿Quién está detrás de este sinsentido? ¿Quizás la propia María o es alguien que está tratando de suplantar su identidad? Desde el mismo momento en que decide aceptar la solicitud de María, el miedo se atenaza en su garganta, todos los secretos y demonios largamente enterrados van resurgir a la superficie y el pasado acabará abofeteándola en toda la cara. La solicitud de su amiga le trae desagradables recuerdos de su adolescencia en la escuela secundaria, una etapa crítica en la que encajar lo era todo y la amistad se vivía a vida o muerte, y al momento concreto en que tomó una mala decisión. Porque Louise hizo algo, de lo que no ha dejado de arrepentirse, la noche en la que María desapareció. Lleva veintisiete años viviendo a la sombra de lo que hizo aquella fatídica noche, y ha llegado el momento de descubrir lo que le pasó realmente a su compañera. Será en este mismo instante cuando se dé cuenta de que los éxitos cosechados en el terreno profesional, sus amigos, su hijo y la vida que ha logrado construir parecen estar edificados sobre arenas movedizas y todo a su alrededor se tambalea.

Esta novela es el debut de su autora y cuenta con una estructura articulada en dos hilos argumentales alejados en el tiempo, donde presente y pasado se irán entretejiendo entre sí para rellenar lagunas a medida que la trama se complica y, finalmente, dejar resuelto todo el misterio. Las líneas de tiempo dobles, que oscilan entre el 2016 y 1989, son el recurso utilizado por esta autora para intentar que la tensión sea constante en la trama, y necesites seguir leyendo hasta descubrir lo que realmente sucedió, aunque en mi opinión no lo ha conseguido plenamente. Louise tiene un secreto que Laura Marshall revela poco a poco, con cuentagotas, dejando al descubierto una historia de dolor, culpa, humillaciones, envidias, manipulación y redención. Entre estas dos subtramas de presente y pasado hay capítulos escritos en cursiva que son los pensamientos de una persona sin identificar y que parecen no encajar con el resto de lo que está sucediendo.

Gracias a una prosa sencilla nos adentraremos en una historia llena de culpa en la que, a pesar de contar con una premisa muy atractiva, el suspense se irá difuminando a medida que avancemos en su lectura. No esperes un thriller para morderte las uñas porque no es una novela de ritmo frenético, ya que hasta más o menos la mitad de libro la acción no cogerá el impulso adecuado para mantener al lector tatuado a sus páginas. Tampoco es que destaquen enérgicos giros argumentales, pero sí que cuenta con un final inesperado y sorprendente, que nunca verás venir, sin conexión con lo que ha sucedido anteriormente, que me ha resultado algo forzado, como si formara parte de una novela diferente.

En este libro nos encontraremos con un narrador protagonista, Louise. Aun siendo muy arriesgado, es todo un acierto por parte de la autora, que ha llevado a cabo un extraordinario análisis psicológico de ella. A través del monólogo interior de connotaciones intimista de su protagonista principal descubriremos a una mujer atenazada por un desmesurado sentimiento de culpabilidad, desbordada por todo lo que le está ocurriendo, por las incertidumbres y el miedo. El empleo de un narrador en primera persona es ideal porque permite un acceso completo a los pensamientos y decisiones de su protagonista, pero también tiene una parte negativa al no ofrecer más puntos de vista que el de Louise, de modo que muchos matices de la historia quedan sesgados. Personalmente, no he logrado empatizar con ella ni entender algunas de sus decisiones porque me ha parecido un personaje pasivo, y el miedo parece haberla convertido en una adolescente irresponsable e inmadura. A pesar de estas objeciones, es una lectura adictiva a la que deberíais darle una oportunidad.

Sintetizando: "María quiere ser tu amiga" es una novela de suspense psicológico que en líneas generales me ha gustado, de fácil lectura y ritmo contenido que cogerá impulso conforme nos acercamos al desenlace. Una historia muy bien escrita y en la que la culpa es el eje sobre el que pivota todo su argumento, aunque también subyacen otros temas que cobran relevancia como el mal uso que se hace de las redes sociales y todo el daño que pueden llegar a provocar, además de algunos más considerados hoy en día una lacra de nuestra sociedad.
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