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Solo os digo una cosa antes de contaros un poco de qué va el libro: no me ha decepcionado para nada. Como ya se dice en la sinopsis, los protagonistas del libro son dos niños: Ahmed y Max. Ahmed ha perdido a toda su familia por culpa de la guerra en Siria y, cuando llega a Bélgica, el futuro no tiene pinta de ser prometedor. La familia con la que ha recorrido la última parte de su viaje no son sirios, así que lo más probable es que los deporten, y su pasaporte es falso así que podrían pensar que miente y se hace pasar por sirio para conseguir refugio. Si no quiere ser uno más en los abarrotados centros de refugiados deberá buscarse la forma de sobrevivir sin ayuda, y así termina escondido en la bodega de una gran casa. Hasta que Max lo descubre. Para Max tampoco está siendo todo fácil últimamente. Acaban de mudarse a Bruselas desde Estados Unidos y sus padres, empeñados en que aprenda el idioma local, lo apuntan en una escuela belga en la que tendrá que aprender francés para poder ser capaz de comunicarse con el resto de sus compañeros. Uno de los mensajes que yo, personalmente, he encontrado dentro de este libro es la crítica a lo prejuiciosos que somos la mayoría de los humanos. Los niños son inocentes, no tienen más prejuicios que los que han impuesto sus padres en casa. ¿Por qué todo el mundo critica y mira mal a los musulmanes? ¿Por qué los meten a todos en el mismo saco? Es algo que choca a Max cuando en realidad la persona que más lo ayuda en el colegio es precisamente una chica de esa religión. No quiero contaros demasiado, ya que es un libro que tienes que leer para poder sentirlo, poder meterte en la piel de los protagonistas, pero desde luego está super recomendado. Y el final del libro... Dios. Creo que aún no he conseguido superarlo. ¿Quieres una historia de superación y valentía? ¿De personas que luchan por conseguir que el mundo sea un poco más justo? No sé a qué estás esperando. Enlace: https://desireofbooks.blogsp.. |
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