Últimas tardes con Teresa

Una excelente novela que recupero en esta reseña, una gran lectura realizada hace ya muchísimos años pero con la que disfruté mucho. Ahora la he encontrado y no he podido evitar retomarla y acercarla a esta plataforma de grandes lectores.

Dos clases sociales antagónicas serán el punto de partida en el que se asienta la novela de Juan Marsé, Ultimas tardes con teresa.
Así pues, burguesía clásica barcelonesa, excelentemente acomodada, al otro lado, en el otro extremo y a un abismo de los primeros, los marginados en el barrio del Carmelo de Barcelona.

La novela se abre para contarnos el trascurrir de la vida en la ciudad catalana en los años cincuenta, y muy concretamente en el año 1956.

La novela de Marsé nos propone un relato, una historia sobre lo que irá sucediendo entre Teresa, una joven burguesa que estudia en la Universidad, algo contestataria, algo rebelde y el Pijoaparte, mote con el que se conoce a Manolo, un joven y pequeño delincuente cuya existencia se limita a robar motos y coches y llevar a cabo pequeños hurtos, vagueando entre la nada y la nada.

Manolo, un hombre joven y de figura imponente, de tez morena y ojos grandes, de profundo negro, y el pelo del color que tiñe el azabache.

Teresa, una joven bonita, espléndida, de tez clara y luminosa, de modales refinados, con ojos grandes y despiertos y sonrisa siempre deseando salir afuera.

La novela, es evidente, quiere premiar la historia de Manolo y Teresa dándoles todo el protagonismo. Todos los demás personajes de esta historia estarán en ella para acompañarla.

Al final, cuando va a terminar la novela, uno de estos personajes secundarios, quizá el más secundario de todos, Hortensia, será la causa de un final inesperado.
Inesperado en principio, pues seguramente las circunstancias hubieran dado sin la intervención de Hortensia, un final más o menos parecido.

Acompañarán a esta pareja, una serie de personajes secundarios que van a arropar y a concretar la historia del Pijoaparte, de Manolo y de Teresa.

Maruja, criada de la familia de Teresa y amiga de esta desde la infancia, pues sus padres ya fueron criados de los Serrat.

El cardenal, el capo del barrio, el capo cuya función es dirigir el trapicheo, los hurtos y los robos que acometen los quinquis del Carmelo.

Hortensia, familiar del Cardenal, que el desenlace final de esta novela, será en buena medida, provocado por ella.

Bernardo, antiguo amigo de Manolo y compañero de andanzas delictivas.

Los Serrat, padres de Teresa y dueños de la torre donde se celebra en su jardín, la fiesta de la noche de San Juan.

Pijoaparte ha pedido prestada una moto y se ha dejado caer por la parte alta de la ciudad, oye música, escucha la fiesta y entra en el jardín de la torre, toma un vaso de licor y observa, mira, se pasea entre los invitados, y finalmente, se acerca a una joven, conversa con ella y le pide su nombre, es Maruja, la criada de los Serrat. y amiga de Teresa desde niñas.
Pijoaparte la cree hija de un burgués adinerado, y consigue tener una relación física con Maruja, Manolo descubrirá pronto que es la criada de Teresa.

Un acontecimiento, un accidente inesperado y grave, dará el pie de entrada para que Manolo y Teresa acaben enamorándose.

Acabo de describir sucintamente el inicio de la historia y no desvelaré el nudo y mucho menos el final, porque hay que llegar virgen a este libro, a esta historia eficaz y conmovedora, ciertamente interesante, cuya descripción de la clase alta barcelonesa es mostrada con todo lujo de detalles con la precisión de quien conoce de qué está hablando.

Marsé hará la misma profundización al citar la marginación, la injusticia y la inutilidad de todos esos barrios en todas las ciudades que no dan nada y lo quitan todo.

No sé si Juan Marsé pisaba esos barrios. Tampoco sabemos si se relacionó con esa clase alta, la burguesía catalana.

El autor de Últimas tardes con Teresa, lo que si nos demuestra es que conocía lo de arriba y lo de abajo para poder, para conseguir hablarnos de ello con solvencia y sin la menor afectación.

Un gran escritor y su obra Últimas tardes con Teresa, llevará a cabo un profundo repaso a las inquietudes de trabajadores y estudiantes de toda España, en la búsqueda de algo, algo nuevo que sienten necesario y vivificante.
Los estudiantes impulsaban su protesta desde la universidad , los trabajadores desde sus ámbitos de trabajo.

Un retrato, una fotografía de primer plano para mostrarnos con claridad esas diferencias que crean abismos entre clases.

El final de esta novela, de esta buena novela, se resuelve en un rifirrafe entre destino y azar, parece que ambas figuras son las que dan con el the end.

No quiero dejar de resaltar y aconsejar el visionado de la película del mismo título y cuyo directos Gonzalo Herralde acertó un pleno, al elegir el elenco que interpreta el film.

A veces, pienso que no importa demasiado como terminan algunas historias de amor, las historias de dos que se quieren, que se aman, a la manera que recogió Quevedo en su soneto, Amor constante más allá de la muerte, no importa demasiado o no absolutamente, pues esos amantes siempre tendrán ocasión, siempre podrán volver a la isla en la que viven sus recuerdos , aquellos que les hicieron soñar que lo suyo iba a ser posible.