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Jimena ha sido una joven alocada hasta que su forma de ser cambia de manera radical. Ahora unos anónimos traen al presente heridas abiertas del pasado. Héctor se encarga de la protección de Leo, cuñado de Jimena, aunque en cuando descubre lo que preocupa a la joven no duda en dejarlo todo para protegerla. Rocío lleva toda la vida enamorada de José, el pequeño de la familia. Y él, siente lo mismo por ella desde el instante en que sus ojos se cruzaron. Sin embargo, crecer como familia, hace imposible su relación. ¿O no? De la misma manera que sucedió con la primera parte una vez que comienzas es imposible dejar de lado a esta familia. Tanta ha creado un mundo que te atrapa, unos personajes con los que te gustaría pasar el tiempo. La novela como sucede con todas las suyas se lee con rapidez y ganas. La historia de Jimena y Héctor te mantiene en vilo, queriendo conocer todos los secretos que ella esconde. En el caso de Rocío y José, lo que en muchos momentos te entran son ganas de darle a él un buen sermón. Si aún no formas parte de esta gran familia no esperes más, te van a enamorar. |
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