Una influencer en apuros

En Una influencer en apuros Tamara ha vuelto a conseguir que Sienta. Porque con esta historia te emocionas, te enfadas, te ríes,... Vamos de todo un poco, como viene siendo habitual.

Los protagonistas principales son Jimena y Héctor. Por fin sabemos qué es eso que atormenta a Jimena, cual es ese secreto que no ha contado a nadie y que le hace tanto daño, qué hay detrás de ese comportamiento tan estirado que tenía en el primer libro. Y, la entiendes, la comprendes, empatizas con ella. Te enfada que eso ocurra y que, encima, se sienta culpable.
También conoceremos mejor a Héctor. Y si ya en el primero te conquistaba, aquí lo hace completamente, acabas rendida a sus pies.

Me ha gustado cómo Jimena se enfrenta a ese pasado, cómo saca fuerzas para hablar de todo y dejar de esconderlo. También cómo Héctor la apoya y protege, pero dándole ese espacio que necesita para hacerlo por sí misma.
Si ella tiene que superar su pasado, él también tendrá lo suyo, porque no le resultará fácil aceptar lo que empieza a sentir.

Como siempre, Tamara no se queda solo aquí. También tenemos la historia de Rocío y José. Desde el primer libro esperaba esta historia con ansias. Algo había entre líneas que me hacía desear conocerlos más. Su historia es la de ese amor imposible, o que lo parece, ese amor que surge desde el primer momento en que cruzan miradas pero que parece destinado a no ser. Ella es la más valiente en esta historia, la que reconoce lo que siente sin problemas, la que estaría dispuesta a todo si él diera un paso. Él es el que debe superar ese miedo a lanzarse, al que dirán.

Los padres de los hermanos son personajes que aparecen poco, pero son de lo mejor. Me encanta como conocen a todos, como les hacen ver qué es mejor para ellos sin decirlo abiertamente y como les lanzan indirectas que ellos no ven venir.

En definitiva, Tamara lo ha vuelto a conseguir. Otra vez he devorado un libro suyo. Y con el epílogo final hasta ha conseguido que me caiga alguna lagrimita, porque ¡menudo epílogo!. La historia tiene dos, pero el último de ellos es precioso.