Berta Isla

Mis lecturas de novelas de espionaje son contadas: lo clásico, algunas novelas de John le Carré, de Graham Green y de alguno más. La impresión que me ha dejado Berta Isla es que evidentemente cumple con creces con los requisitos del género: el secretismo, la desafección, el que el fin justifica los medios, la obediencia debida, la infiltración, el engaño, el miedo, la venganza, la familia, sobre todo la familia, relegada en aras de unos ideales cuestionables. Es una novela que lo abarca todo, el tiempo de esplendor de los espías durante la Guerra fría y aún antes, durante la Segunda Guerra Mundial, su decadencia con la caída del muro de Berlín, contada desde una perspectiva muy original, retomando personajes que ya aparecían en obras anteriores.

Pero no es solo una novela de espías, se trata de una obra que trata sobre la condición humana. No es para menos viniendo de Javier Marías, cuya prosa es magistral. Relato realista y verosímil cuya lectura da que pensar. Mezcla con brillantez hechos que sucedieron en el pasado, históricos, con los ficticios, de modo que el lector reconoce la diferencia con facilidad, al tiempo que quedan bien integrados en la trama. Berta Isla tiene su continuación en Tomás Nevinson, novela que ya he empezado a leer.