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“¿Para esto he echado yo viaje tan largo? ¿Después de seis meses no habré conseguido sino que me digan en todas partes diariamente: Vuelva usted mañana? ¿Y cuando este dichoso mañana llega, en fin, nos dicen redondamente que no? ¿Y vengo a darles dinero? ¿Y vengo a hacerles favor? Preciso es que la intriga más enredada se haya fraguado para oponerse a nuestras miras.” ~ Vuelva usted mañana de José de Larra. Es un relato tan corto que no voy a entrar en la sinopsis porque si no, lo destripo entero. Y además parto de la base de que la mayoría sabéis de dónde viene ella famosa frase “vuelva usted mañana”. Lo mejor de este relato ha sido comentarlo con las chicas del grupo de clásicos. Nos hemos venido arriba y nos hemos cabreado con el sistema. Porque si en tiempos de de Larra la cosa estaba complicada, ahora no lo está menos. Es más, yo soy de la opinión de que hoy en día es más difícil hacer un trámite burocrático: máquinas, contestadores automáticos, filas en ventanillas que te remiten a aplicaciones o páginas web, etc. y yo me pregunto: ¿qué pasa con nuestros mayores? ¿Nos estamos deshumanizando? Y como alguien decía en el grupo, los mayores han perdido autonomía. Antes eran capaces de hacer los trámites bancarios por ventanilla y ahora ya dependen de alguien que les ayude a gestionar sus ahorros por una aplicación. Desde luego no sé hacia dónde vamos pero el camino no pinta bonito. Seguimos topando con la burocracia, asumimos cada día más responsabilidad en la burocracia que nosotros mismos tramitamos y no tenemos ni quien nos sonría al otro lado o quién nos diga “vuelva usted mañana” porque ahora si nos dicen algo es “no vuelva usted, entre en la web y búsquese la vida”. |
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