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Nos encontramos ante la historia de Stella, una mujer que, por circunstancias que se irán revelando a lo largo de la lectura, ve cómo su vida de lujo y fama en Nueva York se acaba y debe volver a Dublin, su ciudad natal, y comenzar desde cero. La historia está narrada en primera persona por Stella y lo hace en dos tiempos verbales que se van intercalando; presente, donde muestra su frustración por salir adelante anhelando una vida que ya no posee, acompañada de un hijo que la odia y de un marido un tanto estúpido, y en pasado, donde narra el drama que vivió y que pese a ser un problema grave, le reportó fama. La parte que más me ha gustado de la narración ha sido la historia pasada; sobre todo lo relacionado con el drama que vivió, y es que el presente me ha parecido que no aporta mucho a la historia, ya que todo lo principal ocurre en el pasado. También es cierto que desde la mitad del libro en adelante, la historia del pasado se vuelve predecible en todos los aspectos, perdiendo un poco la magia. En cuanto a los personajes que aparecen en la novela, ninguno me ha conmovido ni ha logrado captar mi atención. La mayoría me han caído mal, y es que, en esta ocasión, Marian no ha logrado que empatizara con los personajes ni captar mi atención como ella tan bien sabe hacer. La historia vuelve a mezclar tintes dramáticos con humor e ironía. Pero aunque esta novela vuelva al origen en el estilo de Marian Keyes y me haya gustado, no ha llegado a sorprenderme ni a hacerme disfrutar como otras veces, pero si buscáis una novela que entretenga y os haga pasar un rato agradable, esta sería una buena opción. |
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