Compré este cuento porque me llamó mucho la atención su portada y porque donde lo compré decía que Benjamín Lacombe era colaborador, pero la única aportación de Lacombe es que es el director artístico de esta colección de cuentos clásicos infantiles. Siendo sincera no conocía para nada este cuento, y la verdad es que me ha encantado. Las ilustraciones de Alessandra Maria son muy buenas y complementan perfectamente esta historia. |