La última niebla/La amortajada

Es la primera vez que leo a María Luisa Bombal (recomendada por una amiga 🐽) y me he metido, por su culpa, dos cortitas novelas llamadas «La última niebla» y «La amortajada y cinco relatos titulados "El árbol", "Trenzas", "Lo secreto", "Las islas nuevas" y "La historia de María Griselda". Y aunque haya tardado por muchas razones, hace unos días que acabé y ¡menudo sinvivir el suyo... y el mío con el de ella!

La obsesión por el amor no es un tropo nuevo para mí y, al principio, pensaba en Ernaux y su «Pura pasión» constantemente, pero debo decir que es un tema que a mí en particular no me entusiasma, no exactamente o no del todo, ya que llega un punto en el que el exceso me desborda; a veces incomoda el reflejo y otras, simplemente, me supera la intensidad. Sin embargo, y pese a que Bombal no haya sido una excepción, nunca, en ningún momento, he necesitado un «descanso» mientras leía, porque incluso cuando la historia pudiese flaquear(me) —muy ligeramente—, de igual forma, me mantenía atrapada con sus palabras. Y es que qué paradoja que ahora la obsesionada, la que ha quedado prendada haya sido yo de cómo escribía, de cómo describía esta mujer. He subrayado y subrayado en ocasiones descripciones de lugares, del viento la lluvia, la atmósfera, las casas, el color, los pensamientos..., porque no podía tatuarme a fuego las sensaciones que me estaban dejando, por culpa o gracias a sus palabras, las imágenes que se dibujaban en mi mente.

Mientras la leía (durante bastante tiempo), también he leído sobre ella, su vida. Es una figura que, sin duda, entiendo por qué se reedita y se revive. Una mujer que vivía y sentía de forma intensa, lo que quedó plasmado en su brevísima producción. Una figura que —si me preguntasen ahora mismo con quién querría tener una charla extensa (aunque hubiese ya muerto)— querría conocer; querría indagar, escucharla hablar y hablar como si yo fuese a transcribirla. Tanto es así que desearía leer cartas y diarios suyos.

La verdad es que me ha salido hablar más de ella que de su obra, así que añado que su narrativa me ha gustado, con algunos peros y excepciones que, en parte, se han podido ver afectados por la vida en general, la mía. No obstante, no creo que hubiese cambiado tanto si las circunstancias hubiesen sido distintas, creo que igualmente Las islas nuevas y Trenzas habrían sido los relatos que quizá se queden algo más aparte en mi cabeza y que aun así tengo subrayados momentos, de nuevo, descripciones en ellos. del resto... no puedo comentar más que hay un patrón, unos temas que se repiten: el amor, el desamor, la obsesión, el miedo de perder el amor, el tiempo y la belleza, la muerte y su fascinación, el sueño y la realidad, la mujer y ese mundo masculino limitador... En resumen, es una delicia leerla, de veras, su realismo y su magia, su ficción y su mundo interior..., que ni siquiera la obsesión exarcebada a momentos supuso problema alguno para mí, pues su voz fue mucho más fuerte que yo mism al fin y al cabo.

Un 4,5 &#xNaN, a pesar de y por todo.

🌫 Su obra se puede encontrar de manera gratuita en la página de la memoria chilena. Ahí hay un amplio material disponible sobre la autora y su obra: los propios libros, artículos de prensa, fotografías, información biográfica y adicional sobre otros trabajos suyos... e incluso una corta grabación que he escuchado. Me fascina oír las voces de las autoras que leo y que ya no están, las siento mucho más cerca si cabe y se me incrustan más hondo. (Y en Dialnet, por supuesto, hay un poco más).

Así que, bueno, os la recomiendo. A las que os puede gustar, sabéis quiénes sois, en realidad 💌.