Annemarie

Cautivador, seductor, arrebatador, fascinante, encantador así es este cómic sobre Annemarie.

Extraordinario poder de seducción el que suscita esta obra, es la primera expresión que me ha llegado cuando en un primer momento , la he encontrado y hojeado, después me he sumergido en su lectura y su visualización y todavía se acrecienta y ensancha más esta poderosa atracción. ¿Quién es Annemarie? Pues conozcámosla.

Annemarie es una biografía gráfica de una extraordinaria mujer, de belleza y aspecto andrógino. Cubre toda su vida y también parte del siglo XX en la Europa y el mundo en el que vivió y al que tuvo que enfrentarse constantemente.

Este libro, este cómic, sin duda ha conseguido trasladar y con fiabilidad eso, todo eso que es y se manifiesta en Annemarie.

Leer sobre esta mujer, saber sobre esta mujer es dejar que su fuerza te traspase, se hunda en ti para dar señales de aquello, de todo aquello que condensa las facetas más extraordinarias de una vida sin saldos, algo que sentimos como genuino, una realidad tan potente, tan íntegra, que debería abrumarnos y, sin embargo, no hacemos más que desear, desear y desear más Annematie.

Nació en el año 1908 en una familia de un nivel social y económico muy alto aunque Annemarie siempre mantuvo un espíritu de lucha que no la abandonaría jamás.
Sin embargo, precisamente, al pertenecer a la clase privilegiada tuvo más oportunidades y la facilidad para realizar sus estudios, disponer de su propio vehículo y viajar donde quiso. Aunque fue muy consciente de la explotación y de los pueblos oprimidos.

Además, siempre se relacionó con los intelectuales de izquierdas como la familia Mann, fue íntima amiga de sus hijos Erika y Klaus, y fue Thomas Mann quién comenzó a llamarla el ángel devastado, genial sobrenombre, me parece muy acertado, porque al conocerla, Annemarie transmite exactamente esa imagen.

También, Annemarie, conocía a Stefan Zweig, a Marlene Dietrich, a la fotógrafa Marianne Breslauer, fue amiga en los últimos años de Carson Maccullers que se quedó absolutamente enamorada de Annemarie y a la que dedicó su libro Reflejos e un ojo dorado.

Nos movemos en los dos planos que representa el cómic y la verdad es que esa conjugación es tan perfecta, que tienes que detenerte en cada página para saborearlos y no perder ningún detalle.

Yo he leído todo lo publicado en español sobre Annemarie Schwarzenbach y no solo sus libros, sino sus biografías y todo lo que otros han dicho sobre ella, también vídeos, reportajes, pero aún así, me faltaba esta deliciosa obra que compré y la tengo muy cerca para admirarla y pasar muchos momentos recorriéndola de nuevo.

Puedo decir junto con Susana Martín, su ilustradora, que siempre me ha fascinado Annemarie , desde que la encontré por primera vez en un retrato y leí sobre su vida, y desde aquel momento ya no paré de buscar sus libros y todo lo demás.

Por lo tanto, conozco muy bien a Annemarie, y sin embargo a través del cómic , de sus escritos y dibujos, me ha seguido impresionando y creo que tengo la clave de por qué esto se ha producido. Me voy a explicar.

Es sencillamente que, a parte de mostrarnos íntimamente su vida y todos los hechos que la acompañaron, y que yo conozco muy bien, las autoras también han pretendido y lo han conseguido al cien por cien, es lo que me ha mantenido absolutamente pegada al cómic, que conozcamos a Annemarie a través de intensas sensaciones y fuertes emociones.
Ha sido una experiencia única, inigualable, maravillosa, extraordinaria y estoy segura que será inolvidable.

Y esto lo recibimos tanto en la narración y forma como en las imágenes que lo ilustran, donde también se introducen algunas fotografías reales, y así es como este libro, llega a ser mucho más que la historia de una vida rica y plena de vivencias, de largos viajes, de su profesión de periodista, de escritora y también fotógrafa, y su manera de entender el mundo y a los demás, de vivirlo, de sentirlo y de narrarlo.

Pues, además de todo ello, nos han sabido transmitir todas y cada una de las emociones que viven en la protagonista desde que era una niña y hasta el final de su corta vida.

Las poderosas e increíbles ilustraciones también van mucho más allá de lo que representa el cómic y el resultado es potente, es fascinante, que además se va intensificando conforme vamos llegando al final, al que nunca quieres alcanzar, donde los colores y las páginas casi enteras y sin limitaciones, casi sin trazos, y a veces con solo sonidos, nos enseñan el mundo y las sensaciones de Annemarie así como el poder de una figura emocionalmente inigualable.

El resultado es que estamos ante un cómic espléndido, y además complejo que va más allá de lo puramente sabido y obvio porque considero que, a pesar de que queda absolutamente registrada la rebeldía, las pasiones y las emociones de una mujer diferente, de una mujer formidable, presentando un retrato muy fiel, nos quedamos con la sensación de que todavía podemos conseguir más, saber más y llegar más lejos porque aquí no se agota lo que representa una mujer como Annemarie.
Sin embargo sí hemos leído una gran biografía o un retrato y mucho más.

Una maravillosa biografía donde funciona la atracción poderosa de Annemarie pero también el trabajo que han realizado conjuntamente las dos autoras.

Annemarie una luz intermitente e hipnótica. Compruébalo.