En un pueblo castellano, Curva de Arla, empiezan a sucederse hechos muy extraños y muertes muy violentas. Los ciudadanos parecen tomárselo como algo normal, no lo cuestionan, excepto un pequeño grupo de ellos que sufren pesadillas y son visitados por presencias espeluznantes. Solo una mujer, Bernarda, es quién puede darles una explicación y ponerle nombre a lo que sucede: esas presencias son 'pesares' de personas que fallecieron en extrañas circunstancias y de forma muy violenta. Ese pequeño grupo de ciudadanos tienen algo en común que los 'pesares' y otra fuerza más oscura y poderosa necesitan para poder abrir la puerta y poseer el pueblo. Para evitarlo se necesita un nuevo 'guardián' que será el único capaz de sellar esa puerta y custodiarla. Tenía muchas ganas de leerla porque la sinopsis y su portada me llamaban; sin embargo, no ha sido para mí. En ningún momento conseguí entrar en la historia, la narración se pierde en nimios detalles que aletargan la trama y los bruscos saltos temporales hicieron que desconectara constantemente y las nuevas subtramas que iban apareciendo con nuevos personajes tampoco ayudaban a centrarme. También el final me pareció demasiado previsible y muy apresurado. Lo mejor de la lectura, para mí, ha sido la ambientación gótica y deprimente que rodea al pueblo. Que a mí no me haya gustado no significa que a vosotros no, así que si os llama no dejéis de darle una oportunidad. Ya sabéis que sobre gustos... |