La mala semilla

Empecé a leer La mala semilla con las expectativas muy altas, ya que la sinopsis prometía un gran thriller psicológico. Aproximadamente hasta la mitad me aburrí bastante porque no hay giros sorprendentes y todo es muy predecible, pero a partir de ahí todo cambia.

Rhoda es una niña inquietante y su madre, Christine, es consciente de que hay algo turbio en el interior de su hija. A raíz de los supuestos accidentes que tienen lugar a su alrededor, en los que Rhoda siempre está presente, Christine comienza a investigar hasta que descubre algo que la deja helada y que tiene que ver con su pasado, algo que le hace revivir los recuerdos de su más tierna infancia.

Me ha encantado cómo se va hilando toda la trama y dándole sentido a cada detalle. El final me ha dejado un sabor agridulce a nivel personal, pero era el que requería la historia. Es verdad que hay muchas escenas que me han parecido totalmente prescindibles y quizá por eso se me ha hecho cuesta arriba la primera parte, pero merece la pena leerlo hasta el final.

Si os gusta leer sobre psicópatas os recomiendo mucho La mala semilla. También hay varias adaptaciones cinematográficas, por si os animáis a ver alguna.