La mala semilla

Es la primera novela que leo perteneciente al género de terror psicológico y me ha encantado. Ha sido toda una experiencia que me ha mantenido en vilo a la espera de una nueva hazaña. Igualmente, el suspense se ha mantenido hasta el final, pues había varios finales posibles.

Tal y como se indica en el resumen del editor, la protagonista de la novela es Rhoda, una niña modelo, pero con rasgos algo turbios (es muy fría, egoísta, no es empática, tiene comportamientos inquietantes, etc.). Dada su actitud, su madre, Christine, comienza a sospechar que la niña puede estar implicada en algunos hechos que han sido calificados como accidentales. A partir de este momento, la madre se ve envuelta en una labor de investigación para conocer más acerca de hechos similares. Averiguaciones que le llevarán a conocer un pasado muy oscuro y que puede tener sus ecos en el presente y en el futuro.

Los personajes están muy bien construidos y tiene una personalidad consistente a lo largo de toda la novela. La forma de describirlos del autor me ha permitido sentirlos muy próximos y llegar a sentir el miedo que algunos de ellos han sentido. Asimismo, su prosa nos permite trasladarnos hasta el escenario de los hechos y sentirnos testigos de los hechos.

En lo relativo a la edición, se trata de una novela corta (doscientas cincuenta páginas) articulada en torno a doce capítulos numerados, y con un tamaño de la fuente y márgenes bastante aceptables.

En definitiva, es una novela muy recomendable para los amantes tanto del terror psicológico como de la novela de misterio.