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Irene odia la navidad, acaba de dejar a su novio, le han echado del trabajo y quiere alejarse todo lo posible de su madre y su vida tanto como pueda. Por eso no se lo piensa dos veces y coge un avión con destino Praga. Mario es un joven mitad americano que tiene a su hermano y su sobrina en Praga, pasar las navidades con ellos es sin duda el mejor plan posible. Sin embargo, una gruñona Irene se cruzará en su camino para dar a sus vacaciones un nuevo sentido. Dos mundos totalmente opuestos, dos personas que en apariencia no tienen nada que ver y un personaje en la sombra moviendo los hilos. La historia es corta y se lee rápido y con una sonrisa continua en el rostro. Irene es un personaje, que yo siendo vasca, hasta entiendo, ya que a veces nuestros carácter puede ser algo frío. Aunque cuando el hielo se derrite seamos todo lo contrario. Mario es pasión, alegría, optimismo y entusiasmo por todos lados al igual que su familia a la que es imposible no coger cariño. A diferencia de la de Irene, que matarías con tus propias manos si pudieras. Hay una referencia en la historia, que no voy a desvelar, y que a mí me ha apasionado ya que es sin duda una de mis películas favoritas y Nuria la ha sabido encajar a la perfección. Desde luego os recomiendo mucho esta historia navideña que os hará disfrutar como niñas. |
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