Lolo tiene 89 años, y se ha pasado la vida trabajando en su pueblo, hasta que recibe una mala noticia que lo cambia todo. El fallecimiento de su mujer lo lleva a Cuba, donde se reconciliará con todas las oportunidades que ha perdido. Primero de todo, vamos a hablar de lo bonita que es la edición de este libro; tiene una portada preciosa. Me ha encantado el tema que trata: las primeras veces sin importar la edad, el pasado, las oportunidades y el peso en tu vida de las decisiones que tomas y dejas de tomar... Todo ello con un estilo ligero y fácil de leer. Además, la edad del protagonista es un punto original entre mis lecturas, en las que destacan los protagonistas jóvenes/jóvenes adultos. En mi caso, no es habitual leer sobre un hombre de 89 años. El estilo es bastante ligero, y creo que está bastante bien adaptado al tipo de narrador de que se trata. Me ha sorprendido que tenga ciertos toques de humor, que ayudan a que los temas que se tratan se hagan más ligeros. Evidentemente, no puedo dejar de hablar de la ambientación; Carlos te traslada inmediatamente a Cuba, sus calles y su gente. Creo que no había leído nada ambientado en este país (en general he leído muy poquitos libros ambientados en Latinoamérica), y debería hacerlo más. Te recomiendo mucho esta novela, con la que vas a reír, llorar y sentir todo lo que hay en medio de ambas. El autor ha sido todo un descubrimiento. |