Las palabras que importan

Este libro llegó a mis manos gracias a la última Masa Crítica y he de decir que me ha sorprendido muy gratamente. No había leído nada previo de la autora, pero la sinopsis llamó mucho mi atención.

Una de las herramientas más importantes del ser humano es la palabra, pero a menudo nos sentimos incómodos con situaciones que debemos resolver con una conversación que evitamos, que postergamos, pero que es muy necesaria.

Kathryn Mannix nos invita a tener estas conversaciones, pero dando una nueva perspectiva: abrirnos al otro. No se trata tanto de mostrar nuestra opinión, sino de abrir un espacio para escuchar al otro, para observar su perspectiva y, desde ahí, lograr un punto de encuentro.

En una sociedad sobreinformada, a menudo observo la cantidad de malentendidos que se producen por una diferencia de opinión. Más allá de nuestro ombligo, de nuestro punto de vista, está la visión del otro, su experiencia de vida, su sufrimiento... Kathryn nos invita a escuchar para comprender, a hacernos preguntas, a mostrar curiosidad por lo que nos cuenta el otro, a acompañar sin juzgar, sin tener que solucionar ni arreglar nada. Muchas veces, la simple presencia, saber que somos escuchados, ya hace gran parte del trabajo. A partir de aquí, la conversación se vuelve más amable. Porque hay muchas más cosas que nos conectan y nos unen de las que pensamos (incluso en un desencuentro).

Me ha gustado mucho la perspectiva que ha dado Kathryn en este libro, con muchos ejemplos de situaciones y de cómo poner en práctica las herramientas que ofrece basadas en la Terapia Cognitivo-Conductual. Un libro muy recomendable si te gusta la autoindagación y el desarrollo personal. Sin duda, lo recomiendo.