La falsa pista

Verano de 1994, sur de Suecia. El clima se vuelve más suave e invita al ocio y al relax. Además, la selección nacional de fútbol está realizando un gran papel en el Mundial. Kurt Wallander, de natural pesimista, parece haberse contagiado de toda esta atmósfera positiva. Sin embargo, la realidad de la violencia y del crimen se interpondrá en su camino con una crudeza inusitada.

Primero se produce el suicidio de una chica extranjera, que se quema a lo bonzo en mitad de un campo de colza ante la espantada mirada del inspector. Después tiene lugar una oleada de asesinatos salvajes en los que el asesino, emulando a los indios norteamericanos, se dedica a arrancar la cabellera de sus víctimas. Todo indica que un serial killer, algo que solo parecía existir en las películas estadounidenses, está actuando en la pacífica y tranquila Suecia.

Este es el argumento inicial de la falsa pista (1995), la quinta novela de la serie Wallander de Henning Mankell. En mi opinión, no es la mejor obra del autor sueco, pero sí es una lectura entretenida.

En primer lugar, hay que decir que esta novela policiaca se puede leer de forma independiente, aunque contiene muchas referencias a personajes y hechos que tienen lugar en las novelas anteriores y que pueden despistar un poco a quien no las conozca. Pero esto no representa ningún problema.

Los puntos más interesantes de la novela giran en torno al propio Wallander, un personaje cada vez más complejo y más humano (es decir, imperfecto), con el que el lector irremediablemente acaba empatizando.

Hay que destacar también el admirable nivel de realismo que transmite la historia. Algo que es fácil de decir, pero muy difícil de conseguir. La realidad no suele ser como se muestra en el cine y en la tele:

Sin embargo, hay algunos aspectos que no me han acabado de parecer acertados, al menos desde mi punto de vista como lector. El ritmo se estaca en ciertos pasajes de la narración en los que apenas sucede nada importante. Tampoco me ha convencido el hecho de que la identidad del asesino sea revelada a mitad de la novela. Para mí, eso echa a perder gran parte de la originalidad de la trama. Justo lo opuesto a una novela whodunit. ¿Es esto necesariamente malo? Es una cuestión de los gustos de cada cual. A mí no me ha convencido.
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