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Antes de que Stieg Larrson, Asa Lasson o Camilla Läckberg coparan las estanterías de las librerías españolas con novelas negras suecas estuvo este hombre.Henning Mankell con su saga del inspector Wallander, tuvo tanto éxito en Suecia que se hizo una serie de televisión con el personaje y abrió a la exportación los paisajes nevados nórdicos, repletos de asesinos y corrupción (si!!!, en Suecia también hay asesinos y corruptos!!!!!)La verdad es que es un chiste fácil, pero a mí la novela negra Sueca me deja frío...libro regular, se lee fácilmente, no está mal narrado, pero no llega a enganchar del todo.Una historia muy simple, más para serie de televisión que para un libro. Mete algo de crítica social, y lo que más me gusta es que el personaje principal, el susodicho Inspector Wallander, no es un superpoli al uso, es más bien un tipo normal, bastante amargado (y como poli tampoco es que digamos un genio).Tras un montón de páginas sin apenas avanzar, el final se precipita de una manera un tanto atropellada pero en general la historia está bien hilada.Los fans del escritor afirman que los siguientes volúmenes de la saga son mejores así que intentaré darle una segunda oportunidad.
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