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“A la caza del diablo”, de Kerri Maniscalco, es la última entrega de la saga protagonizada por Audrey Rose Wadsworth y Thomas Cresswell. Pocas semanas después de su llegada a Nueva York, Audrey y Thomas viajan a Chicago para intentar dar caza al escurridizo asesino que huyó de Londres y ha viajado junto a ellos en el RMS Etruria. La policía de la ciudad, sede de la Feria Mundial, oculta el gran número de personas que han desaparecido para no empañar los oropeles del gran evento que quiere devolver a Chicago su antiguo esplendor. Lo que los investigadores no sospechan es que las desapariciones están relacionadas con un inteligente asesino que no deja huellas ni cadáveres. Solo Audrey, su tío y Thomas saben la identidad real del asesino. No conocen su nombre ni su apariencia, pero sí su alias en tierras inglesas: Jack el Destripador. ¡Me ha encantado la novela! al fin se resuelven todas las dudas acerca de la relación entre Audrey y Thomas. El camino va a tener más espinas que rosas, como en las novelas anteriores, pero me ha parecido un magnífico final para su bonita historia. Una de las cosas que más me ha llamado la atención es que la autora ha utilizado una teoría controvertida sobre Jack el Destripador: que dejó de matar en Londres porque huyó del país y se embarcó a Estados Unidos. Se estableció en Chicago y se convirtió en el primer asesino en serie del país: H. H. Holmes, también conocido como el demonio de la ciudad blanca. Otro de los puntos a destacar es el empeño de Audrey en que se recuerde a las víctimas. El ser mujeres de clase baja, obligadas a ejercer la prostitución para sobrevivir, no es eximente para que se haga una buena investigación y se encierre a su asesino. Y no cejará en su misión, aun poniendo su vida en riesgo, una vez más. Un precioso y sangriento final para una de las sagas que más me ha gustado en los últimos años. |
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