Una novela entretenida, llena de humor y centrada en unos personajes muy pintorescos, ridículos unos, tarambanas otros, en fin, un plantel de lo más variopinto. Una historia donde, al parecer, lo que menos importa (aunque se resuelva) es quién es el asesino. Ha sido graciosa y sirve para desconectar de otras lecturas más densas.
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