Tan bonito como desgarrador… Hacía tiempo que un libro no me transmitía tantos sentimientos encontrados. Puedo decir que he acabado con lágrimas en los ojos y he tenido que hacer varias pausas por lo duro que era. Rebecca Makkai consigue acercarte a cómo vivió realmente la gente y sobretodo la comunidad homosexual los primeros años del SIDA en los años 80 en Chicago. Vives en primera persona historias que podrían ser perfectamente reales de esa época y te pones en la piel de los personajes principales. Un libro difícil, pero necesario.
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