Asesino de brujas: La bruja blanca

La bruja blanca nos presenta un reino ficticio llamado Belterra y que recuerda a la Francia del siglo XVII ya que bebe mucho del folclore y la mitologi〚 galesa y normanda de esa época.

En esta primera parte, conoceremos a Lou, una bruja blanca que huye desesperadamente de su destino y se esconde en Cesarine junto a su mejor amiga Coco, una bruja de sangre. Ambas van tras la pista de un anillo muy valioso y debido a esto ocurrirá algo que cambiará el rumbo de los acontecimientos, y es que Lou se ve de la noche a la man〺na casada con Reid, el capitán de los cazadores de brujas. Un hombre totalmente opuesto a Lou en personalidad y cara〜ter, recto, religioso y que odia a las brujas. Pero también la persona perfecta para protegerla y esconderla de los que la persiguen. Juntos aprenderán que no todo es blanco o negro, que hay grises de por medio y en ese camino, también florecerán sentimientos entre ambos.

Ha sido un libro que en mi opinión, aunque no es perfecto, ha ido de menos a más. Con intriga, toques de humor, misterio, plots, romance y unos capítulos frenéticos con giros de acontecimientos que no me he visto venir. Aunque pienso que la ambientación podri〚 haberse desarrollado más y que el romance me ha parecido algo precipitado e incoherente, es un libro que engancha y que tiene una trama que te atrapa. Todo el tema de las Dames blanches, el matagot y otros personajes del folclore francés de los que se ha servido la autora, me ha encantado. Así como me ha gustado también su pluma y los personajes que ha creado. El equipo formado por Lou, Reid, Ansel, Coco, Beau y Madame Labette me ha hecho disfrutar muchísimo en la recta final. Final, que me ha dejado con unas ganas infinitas de leer el segundo libro. Menos mal que se publica el mes que viene, porque necesito saber más.