"Nunca quise desfigurar un pedazo de pastel inocente, es absolutamente criminal desperdiciar comida, especialmente pastel, pero hay algo relajante en el movimiento repetitivo y la resistencia suave y gentil de la esponja de vainilla". Nuestro querido Kenji es el centro de esta novela corta donde Tahereh Mafi nos muestra la parte sensible y frágil del personaje. Además es un gran puente de unión con la última novela, la cual estoy deseando que se publique. |