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Contado en primera persona me ha gustado mucho estar al lado de Dimas y pasar con él sus penurias y preocupaciones con respecto a los muertos. Nos cuenta su vida desde el primer día que ve un espectro siendo un niño hasta el presente hablando directamente con el lector. Con una narración, un tanto diferente a lo que estoy acostumbrada, te sumerge en el mundo del protagonista y, desde las primeras páginas, te invita a leer su diario. Es ameno con una lectura ágil. Y, a pesar de su poca extensión, que, sin embargo, es perfecta, puedes pasar por diferentes emociones en el transcurso de la historia. Dimas tiene una relación muy bonita con sus padres pero ve de manera diferente a los fantasmas a como los ve su madre, que tiene un temple más tranquilo. Desde el principio me he encariñado con la mayoría de los personajes y también con algunos de los que ya no estaban entre los vivos. Las descripciones te meten en situación enseguida y te ayudan a imaginar tanto los lugares como los acontecimientos y a los personajes sumergiéndote cada vez más en la historia. ¡Y la edición me parece una gozada! No tengo palabras. @cazadorderatas nunca deja de sorprenderme. |
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