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Muy ingles, el tercero de ésta serie de Ilsa Madden-Mills; y me atrevería a decir que el mejor de todos, es una verdadera lástima que también fuera el más corto, curiosamente el personaje que en mi opinión, era el que pasaba más desapercibido. Spider parecía ser el típico músico con problemas de drogas, demasiado dinero y encerrado en si mismo. Pero su autora creo la historia más linda y dulce de todas para él. Aunque la historia no comienza con él; comienza con Rose, una dulce niña que a la corta edad de once años, ya sabe los peligros de la vida y a juzgar el carácter de las personas. Es por eso que el chico de cabello blanco que le brinda ayuda en un sucio estacionamiento, no le causa miedo, todo lo contrario... su recuerdo se vuelve demasiado importante para su vida. Cuando la vida te ha enseñado desde pequeño que todos aquellos que amas terminan alejándose de ti sin mirar atrás, es imposible volver a querer sentir el dolor que el abandono representa. Spider se ha sentido sólo la gran parte de su vida, no permite que nadie traspase los muros que ha creado; pero sólo bastará una mirada de Rose para que ése muro comience a resquebrajarse. Pero lo que empezó como un encuentro mágico, se ve empañado por la conducta destructiva de Spider y termina tan rápido como empezó. Lo que no saben el que el destino está empecinado en unir sus caminos. |
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