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Este libro consta de siete historias contadas con sencillez y ternura ante todo. Situaciones diferentes que tienen en común algún tipo de amor (porque no sólo existe el amor como amor romántico, ya sabemos). Es una buena manera de que desde la edad infantil se presente e integreesta diversidad de sentimientos, incluso al margen de la diversidad de la noción de familia que nos quiere ofrecer el libro. Compasíón, solidaridad, empatía, escucha...son algunas de las manifestaciones del amor (y su correspondiente traslación a la categoría de valores) que circulan por estas historias. El trasfondo está en contar y dar a entender que una familia es un concepto mucho más amplio que el que nos han contado y que no sólo se circunscribe a relaciones de parentesco o sanguinidad. al final la expresión 'construir una familia' toma mucho más sentido del que se le esuele dar. Todas estas historias son aptas para todas las edades y permiten que cada quien entienda y reflexiona hasta donde quiera o pueda. Lo que sí aconsejo es que con edades más allá de 4 años se otorgue el tiempo de reflexión necesario para integrar más allá de los que nos cuenta la superficie. No considero que sea un libro para leer de una vez en una noche (aunque se podría porque las fábulas son cortas) Opino que es mejor leerlas aisladamente y con cierto espaciamiento temporal e incluso pedir a los niños y niñas su opinión o un resumen para que vayan expresando aquello que les hace sentir o pensar. Es sólo una sugerencia. En cuanto a las ilustraciones las veo muy acordes con las historias, sencillas y tiernas a la vez. Expresivas y estéticamente bonitas. Ayudan a crear el clima de calidez que siento recorre el libro desde la portada. Una lectura de lo más recomendable y no sólo para la edad infantil. Nunca está de más recordar a todo el mundo que los sentimientos y el respeto hacia ellos no tienen edad, género, lugar ni condición alguna. |
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