El circo de los prodigios

"El circo de los prodigios" es la segunda novela que leo de Elizabeth Macneal. Su anterior obra "El taller de muñecas" me encantó, así que no dudé en comenzar esta historia que me enamoró por su portada.

Me encanta el estilo narrativo de Elizabeth Macneal, dotado de mucha sencillez y suavidad. Tiene la facilidad de hacer normal y cotidiano lo extraño, como ha demostrado en ambas novelas. Además, sus descripciones consiguen que el lector se imagine con mucha facilidad cada escena. En concreto, con las actuaciones del circo que ha ido narrando, era como si las estuviera viendo siendo una más entre el público.

"El circo de los prodigios", nos transporta a 1866, en una época victoriana. Se nota el gusto de la autora por está época, que además describe a la perfección y desde distintos puntos de vista.

En esta ocasión, el lector vivirá entre personas que en momento eran tratadas como "monstruos", solamente por ser diferentes o tener algún tipo de "enfermedad". de esta manera, la protagonista, Nell, tiene el cuerpo lleno de manchas, según ella de nacimiento, algo parecido a lo que hoy en día sería el vitíligo. Lo que la autora consigue, es que estando entre Nell, u otros personajes como Pegui o Pearl, te olvides de ello y seas una más disfrutando de las actuaciones, la magia y del esplendor que el circo les brinda.

Un detalle importante de la historia, es la capacidad de la autora para dejar reflejados los sentimientos de cada personaje. Aunque la protagonista es Nell, hay otros muchos importantes, como Jasper o Toby, y el lector también se podrá poner en sus zapatos y ser capaz de ver la misma escena desde otro punto de vista.

"El circo de los prodigios" me ha mantenido continuamente en tensión esperando "algo". Me explico: la manera de narrar la historia, y los diferentes acontecimientos que van ocurriendo, invitan a esperar una parte oscura o incluso macabra. Pero nada más lejos de la realidad. Suceden cosas, sí, llamativas y que dejan el corazón en un puño, pero no tan a la altura como lo que parece. Creo que en este aspecto la autora no mantiene el equilibrio entre la expectación y el desenlace, ya que la primera es mucho más fuerte que el segundo, y eso ha provocado que al acabar la novela, tenga un sentimiento agridulce.

Por otro lado, la personalidad de Nell me ha chocado un poco. Entiendo perfectamente su punto de vista y su reacción a sentirse poderosa cuanto actúa y es observada y aclamada por todos, ya que ello le hace sentirse especial. Pero también a lo largo de la novela menciona lo difícil que era cuando en su pueblo se le quedaban mirando, o era tratada diferente, o apenas podía tener amigos, precisamente por su diferencia. Ella inicialmente no quería ser mirada así, sino llevar una vida normal, pero luego en el circo, con su traje y sus alas, es precisamente lo que hace, ser observada por sus manchas. Obviamente no es lo mismo, en su pueblo era "apartada" y en el circo es vitoreada, pero me ha quedado un poco la sensación de contraposición en un pequeño aspecto, no lo sé explicar de otra manera.

"El circo de los prodigios" es un claro ejemplo de como se pretendía hacer invisible a las personas solo por ser diferentes, como eran tratadas, como objetos más que como personas, y el "miedo" que creaban en el resto de la sociedad. Una historia bien escrita, con luces y sombras, en la que el lector simpatizará con los diferentes personajes que en ella aparecen.